Se filtró un documento confidencial de la empresa con el que se capacitó a un equipo de trabajo a cargo de implementar la estrategia de deslegitimación del “ambientalismo” por parte de las petroleras. En particular, YPF operaría como puerta de entrada a Equinor y Shell posicionándose con licencia social para operar. La estrategia forma parte de un intento por parte de las petroleras para revertir su mala imagen en las ciudades costeras que se han negado a la instalación de plataformas off-shore en el mar argentino.
Un grupo activista referenciado por científicos de todo el mundo fue quien recibió la noticia y quien ahora la hace pública en redes sociales explicando que “el documento está a disposición en formato pdf, tal cual nos llegó a @xrargentina por una ex-empleada de la agencia de comunicación a cargo del proyecto”.
Los ítems a los cuales apunta el documento para capacitar al personal propagandístico son: “1. Debilitar el rechazo social de estos megaproyectos extractivistas, desvirtuando el fondo de la cuestión y ridiculizando la forma del reclamo para aislarlo. 2. Construir aprobación imponiendo simplificaciones económicas, políticas y ambientales. Convenir antes que convencer. 3. Dirigir el reclamo ocupando el espacio de los detractores -de estos proyectos extractivistas- con una exigencia acorde a las necesidades”.
Entre otras cosas los puntos más vergonzosos de esta estrategia propagandista en contra del pueblo argentino que defiende el mar y su biodiversidad aparece la intención de generar “rechazo al ridículo”. Citando textualmente al documento en referencia a esto último: “Para debilitar a aquellos que movilizan en contra, debemos trabajar no solo sobre el contenido de lo que plantean sino también sobre la percepción del reclamo”.
Y agrega: “No vamos a cambiar la posición del núcleo duro, pero aquellos que se suman en etapas tempranas a amplificar el impacto suelen hacerlo por moda, sentido de pertenencia o por suponer que están siendo parte de algo más grande y positivo para la sociedad. Debemos convertir esa moda en un miedo profundo de quedar en ridículo…”.