Más de 70 representantes de organizaciones de 7 provincias argentinas integran una red latinoamericana de pueblos afectados por los agrotóxicos biocidas, con “el horizonte del Buen Vivir, la Soberanía Alimentaria y la Agroecología”.
Se conformó en Rosario -Santa Fe- los días 12 y 13 de junio en el marco del VII Congreso Internacional de Salud Socioambiental organizado por el Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Rosario (UNR), y con la presencia de organizaciones de Uruguay, Paraguay, Brasil, Ecuador, Colombia y Argentina.
“Nuestra región se ve afectada en salud y ambiente por los agrotóxicos que son utilizados por el Agronegocio en la agricultura, en forma indiscriminada y afectando a todos nuestros pueblos. Por lo tanto, ante la agresión que sufrimos, los pueblos nos unimos, nos organizamos para transformar esta realidad en el bien de todos los que habitamos Nuestramerica”, explican.
Carlos Manessi, agrónomo e integrante de la Multisectorial Paren de fumigarnos -Santa Fe- argumenta que “nadie tiene la varita mágica”, y que “la solución la tendremos que ir buscando entre todos”, y agrega que “es algo bien sabido que cuando los pueblos se juntan se producen cambios significativos”.
La contaminación de acuíferos, la intoxicación en seres humanos y animales, la desertificación de los suelos, son problemas que tienen la mayoría de los pueblos de nuestra América y se intenta por varios frentes de gente de a pie, dar una respuesta superadora y transformar la conciencia en este sentido.
Lograr la comunicación con los productores es un gran desafío.“La comprensión de la gravedad del asunto es indispensable. Las corporaciones nos han hecho creer que la producción en base a químicos es la única manera de producir, y se les olvida que hace 30 años atrás no producíamos de esta manera”, puntualizó al respecto Manessi.
“Cuando Comenzó la producción de Soja en el país se utilizaban entre 20 y 30 millones de litros de agrotóxicos, hoy estamos arriba de los 600 millones de litros por año. Esto pone los pelos de punta cuando uno dimensiona lo que significa esta cantidad de veneno que se está usando, hoy Argentina es país que utiliza más agrotóxicos en el mundo” nos comenta.
Hace cinco meses se dieron a conocer los resultados de un estudio realizado por el CONICET y la universidad nacional del Litoral que dice que los sábalos del Rio Salado, el cien por ciento de las muestras, tienen entre 4 o 5 veces más glifosato que lo permitido, no se puede consumir, porque todos están contaminados. No hay respuesta por parte del Estado “porque tendría que meter mano en el modelo del agronegocio” concluye.
“Los objetivos de esta red se pueden sintetizar en:
-Acompañar, apoyar y fortalecer los procesos locales de resistencia en los diferentes territorios regionales con estos horizontes comunes.
-Consolidar un espacio de intercambio de saberes y experiencias entre los diferentes procesos regionales de Nuestamerica.
-Realizar acciones de denuncia, difusión e incidencia como articulación regional de pueblos afectados por agrotóxicos”.
Con todo esto expuesto no estará de más preguntarse de qué se habla cuando se habla de “soberanía alimentaria”, qué pasa con la falta de agua en el mundo y qué pasa en los territorios donde las empresas extractivistas van despojando a las comunidades -Jujuy- y utilizando agua para producir a grandes escalas-litio, por ejemplo-; preguntarnos qué sería de Argentina y Latinoamérica si nosotros los habitantes nos uniéramos y empezaríamos a utilizar la ciudadanía como una herramienta de construcción social…
Mas ande otro criollo pasa Martín Fierro ha de pasar, Nada la hace recular Ni las fantasmas lo espantan; Y dende que todos cantan Yo también quiero cantar.