Martina Montoya, docente delegada de la región Ledesma de Jujuy fue entrevistada por el programa de radio local “7 agendas” y describió la gran disputa por el agua, la educación, la salud del pueblo, la información y el tan codiciado litio. Todo esto en vistas a una transición energética que se viene planteando desde los sectores económicos neoliberales a nivel global.
“La provincia de Jujuy viene paralizada desde hace más de un mes y medio y nadie lo sabe porque Morales -El gobernador reelecto de Jujuy- ha comprado todos los medios nacionales.
Hemos suplicado que nos hagan notas, que cubran las marchas, y ninguno nos ha dado voz, nos dicen no podemos tenemos ordenes de no hacerlo. Lo que se viene con el litio en Jujuy, Salta, Catamarca y La Rioja es muy grande y los intereses son muchos, no es solo Gerardo Morales es un negocio inmenso pensado para unos pocos en detrimento de todo el pueblo argentino”.
Esta última semana Jujuy fue noticia por un decreto que judicializaba la manifestación pública que luego Morales dio de baja por el fuerte rechazo social en un contexto alarmante. El decreto que criminalizaba la protesta social fue el puntapié inicial de los disparates públicos del gobierno del presidenciable Gerardo Morales en Jujuy. Luego le siguió la reforma constitucional a espaldas del pueblo que generó el estallido social que hoy en dicha provincia disuelve todo tipo de grietas en las calles, y genera una unidad ciudadana que tendría que ser noticia argentina.
El pueblo unido
La acción en las calles de los docentes en Jujuy que reclaman sueldos dignos se contagió del accionar en las calles por parte del sector educativo en Salta, el sostén en la manifestación y la visibilidad de la misma fue un claro ejemplo a seguir por la vecina provincia jujeña. La docente, Martina Montoya comentó que “quedó en el pueblo una sensación de haber llegado tarde ya que en las calles se manifiesta todo ahora después de las elecciones que dieron como ganador a Gerardo Morales”, un gobierno que retrocede en el tiempo al pueblo jujeño hacia el siglo XX con esta reforma constitucional que tiene el visto bueno de los funcionarios de Cambiemos y del Frente de todos – ¿y la grieta aquí? -.
8 años de Gerardo Morales que “han llevado a un silencio absoluto de sectores sindicales que antes eran vanguardia en la reivindicación salarial, social y laboral. El desencanto y la orfandad de tener representaciones genuinas que digan lo que estaba pasando con los sectores y defiendan, hizo que rebalsara esta sensación de que si los hermanos de Salta lo están haciendo por qué nosotros no. Y de ahí no dejar de marchar y exigir a las comisiones directivas” explica Montoya, la docente, sobre esta pueblada jujeña y originaria.
Es el tercer mandato de este signo político en Jujuy donde el silencio fue una particularidad resultante de las políticas llevadas adelante en todo este tiempo. La sociedad jujeña se encuentra unida confluyendo en la lucha docente que dice “no a la reforma constitucional”. Hasta ahora fueron engañados hasta Jemes Cameron, un famoso cineasta canadiense quien dijo que se sintió emboscado en su visita a Jujuy y apuntó contra el gobernador y precandidato a presidente en la interna de Juntos por el Cambio, Gerardo Morales, a quien acusó de querer utilizar su imagen para promocionar la extracción de litio.
“Restringir derechos a colectivos, comunidades y sectores que defiendan esos lugares, dándole el poder absoluto al estado de determinar qué se hace con los territorios, con las explotaciones sin rendir cuentas y dándole la autonomía a un Ministerio público de la acusación creado por Gerardo Morales que está manejado por jueces, abogados y fiscales, todos militantes radicales puestos por él”, va en contra del Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas, que obliga a los estados a realizar la consulta previa, libre e informada antes de avanzar con acciones que influyan en las comunidades o en sus territorios.
“Nosotros no tenemos justicia independiente, absolutamente ninguna en Jujuy”, finalizó desde dicha provincia, la docente integrante de la Asociación de Educadores Provinciales (AdEP) Martina Montoya.