La arrumbada soberanía nacional parece un término lejano a 40 años de democracia.
En decadencia la educación y la salud mental de la juventud, marginalidades en las cada vez más grandes ciudades. Se van generando -con la ausencia estatal- ánimos bajos y patologías sociales propias de las grandes urbes argentinas.
El consumo problemático de sustancias, la falta de contención y la violencia creciente entre quienes son el futuro del país, se vinculan con la ausencia de un estado que no controla lo que entra y lo que sale por el puerto de Rosario.
Las fuerzas de seguridad nacional según las propuestas de los candidatos políticos de este año, están cada vez más cerca de los barrios y cada vez más lejos del puerto.
Juan Ariel Charras, médico de atención primaria y preventor comunitario del equipo de salud de La fábrica de Futuro Ni un pibe por la droga de Villa Gobernador Gálvez, provincia de Santa Fe, describe esta ausencia estatal: “Familias que viven del narcotráfico, bandas organizadas en base al fuego y al miedo que tienen su base principalmente en la falta de controles de lo que entra y lo que sale del puerto. Todo está en manos de la Bolsa de Comercio de Rosario”.
“No tenemos control de lo que entra ni de lo que sale, y creemos que esto es fundamental para controlar efectivamente nuestros recursos y para destinar una parte de esos recursos a la recuperación de la salud mental de un sector de la población que sufre el consumo en su fase adictiva -no todos los chicos son adictos-; y allí poder hacer una verdadera prevención que tenga que ver con la vuelta de los pibes a la escuela y con centros de salud que no se caigan a pedazos”.
Destaca la ausencia de políticas públicas y el abandono estatal como el principal factor del desgaste del tejido social argentino que se manifiesta en la disertación de los pibes en las escuelas y en los clubes: “¿Qué está pasando hace mucho tiempo en las escuelas que empiezan 500 pibes y terminan 15”? ¿Dónde quedan esos pibes y al servicio de quién?
En Villa Gobernador Gálvez cuentan con 11 psicólogos para 110 mil habitantes. Allí “no se hace prevención en las escuelas” a pesar de que resultaría práctico en términos económicos también: “No saldría caro para nada en relación con lo que sale una internación, pero depende de intervenciones políticas.
Hoy hay 2 o 3 consultas por día en relación al consumo problemático de sustancias, y un incremento con la pandemia”.
El Futbol y la salvación de los pibes…Un dato que nos invita a reflexionar como constructores de la sociedad en la que queremos vivir es el énfasis -y la presión- que ponen las familias a los pequeños jugadores de fútbol.
Mientras se busca desesperadamente un Lionel Messi, un Ángel Di María, o un Diablito Etcheverry… pareciera que nos olvidamos de algo: La edad para el “éxito” deportivo es cada vez más prematura, para quedar en los clubes más importantes del país además de condiciones se necesitan muchos otros factores.
Un pibe de estos, uno en un millón, salva al grupo familiar, al club, al que lo llevo, etc. ¿Qué pasa con los 999.999 restantes?”, se pregunta Charras.
Sobre la importancia de que los clubes no estén al servicio de los grandes negocios, puntualiza: “Buena parte de estos está lavando plata. Un pase de un jugador de futbol se da en tanta cantidad porque se lava plata del narcotráfico”.
Finaliza: “Los programas inmobiliarios que se dan en la ciudad de Rosario, las embarcaciones y los negocios alrededor de todo lo que es el río”, y estos son datos importantes para investigar y tomar nota, para atender este emergente social. Ser soberanos implicaría proteger y darle bordes, no para reprimir sino para contener, a los pibes y a las pibas que son nuestro futuro.