El lunes 15 de mayo cumplió 100 años el ferroviario de La Madrid, unos de los clubes saenzpeñenses con más actividades deportivas. El club presenta un perfil social interesante según lo que nos cuenta su Presidente Sebastián Paskvan, en una conversación radial con “7 agendas”: “Estamos tratando de recuperar el chico que supere los 15 años, porque a esa edad el pibe ya no compite. Las familias se avocan más en la temprana edad”.
En el marco del calendario de actividades en conmemoración de los 100 años del club, este 25 de Mayo Belgrano y Sarmiento brindarán un espectáculo futbolístico a beneficio. La entrada será un alimento no perecedero para el merendero del club. Los festejos, y la invitación a revalorar a los clubes como herramientas firmes y duraderas para la reconstrucción del tejido social.
Estos 100 años de Belgrano pueden ser una invitación a participar más y mejor en la construcción de la sociedad en la que queremos vivir.Huerta orgánica y soberanía alimentaria en el club
Sobre el rol social de Belgrano, Sebastián cuenta que “nos enorgullece el convenio que hicimos con el Mantovani de huerta orgánica” donde se brindó la posibilidad de acceder al conocimiento para producir soberanía alimentaria. Y además destaca la labor de los dirigentes a la hora de dar una mano a los jugadores más grandes en cuestiones laborales: “Es importante porque cuando llegan a la edad del profesionalismo muchos jugadores no pueden seguir” debido a exigencias tales como “mantener una familia”.
Sebastián Paskvan sostiene que para los diferentes clubes de Sáenz Peña “hay gente preparada pero no quieren participar por el bastardeo”. Los conflictos que se dan en comedores, cooperadoras y clubes se ponen de manifiesto a través de agresiones en las redes sociales. Es sabido que en estas plataformas se denuncia y se critica el trabajo y las diferentes gestiones de instituciones sociales con la impunidad que goza aquel que juzga detrás de una pantalla. Las redes sociales no nos permiten vincularnos de la manera en que lo haríamos en un club, cara a cara.
Paskvan nos cuenta que a la institución le “cuesta sostener las puertas abiertas” y que “el aporte es a pulmón”. Además, agrega un dato que está a la vista, “Sáenz Peña en sí, institucionalmente ha decaído”. Para superar esta cuestión están las políticas públicas que la ciudadanía podría gestionar : “Existen programa estatales como por ejemplo “Entrenar futuro”, el problema es que se necesita de cierta administración, te piden los balances, y situaciones administrativas que hoy casi ningún club tiene, comisión, secretaría rentada…”
A pesar de lo anterior, la recuperación de la cancha de futbol 11, la incorporación de Ilario Navarro, el guardameta exjugador de clubes importantes de Primera división del futbol argentino, y estos 100 años de historia hacen de Belgrano un club relevante en la actualidad y en la zona.
Seguramente “El ferroviario” sea un lugar para apostar por un futuro mejor de los pibes y las pibas que adolecen los síntomas sociales como las adicciones, la violencia y el abandono. Estos síntomas que cada vez están más a la vista son los que los adultos tenemos el deber de subsanar, pero muchas veces nos quedamos en la queja, hacia los políticos o hacia los que están en frente de los clubes, esperando pareciera que algún mayor responsable solucione los problemas de nuestra sociedad. 100 años de un club en Sáenz Peña pueden ser una invitación a reepensar el rol social de los clubes.