En los últimos 20 años, la actividad minera en Argentina ha experimentado un aumento significativo, impulsado por el aumento de la inversión extranjera y la promoción de la minería como una actividad económica estratégica por parte del gobierno.
Entre las principales operaciones mineras en Argentina se encuentran las minas de oro y plata en la provincia de San Juan, que representan la mayor parte de la producción nacional de minerales. También destacan los proyectos de extracción de cobre en la provincia de Catamarca y los yacimientos de litio en la región de Salta y Jujuy.
Sin embargo, la expansión de la industria minera en Argentina no ha estado exenta de críticas y controversias, ya que la actividad ha generado preocupaciones relacionadas con el impacto ambiental y social de las operaciones mineras.
A menudo se ha argumentado que la minería puede tener efectos negativos en los recursos naturales, incluyendo el agua y la biodiversidad, y puede tener consecuencias graves para las comunidades locales y los derechos de los pueblos indígenas. Los conflictos entre las empresas mineras, los gobiernos y las comunidades locales se han vuelto cada vez más comunes en algunos casos.
En este contexto, se han desarrollado iniciativas y políticas relacionadas con la protección del medio ambiente y la promoción del diálogo y la participación de las comunidades locales en las decisiones relacionadas con la actividad minera.