La Revolución de Mayo de 1810 en Argentina es considerada por muchos como un movimiento que recorre las venas de América Latina, por la influencia que tuvo en otros países de la región que luchaban por su independencia.
El grito por la libertad y la justicia que se escuchó en Buenos Aires en aquel momento, fue la semilla que dio lugar a la creación de otros movimientos libertarios que buscaron la independencia de sus países del yugo español, como fue el caso de Perú, Chile, Ecuador, Venezuela, Colombia, México, entre otros.
La Revolución de Mayo mostró que los criollos, nacidos y criados en la América Española, tenían la capacidad de autogobernarse y conducir el destino de sus tierras. Esto inspiró a los líderes de otros países a seguir el ejemplo de Argentina y organizarse para lograr la independencia de sus naciones.
Además, la creación de la Junta de Gobierno en Argentina fue un ejemplo de cómo se podía organizar un gobierno con representación del pueblo, con la finalidad de defender los intereses de la población y no los de una monarquía extranjera.
En resumen, la Revolución de Mayo de 1810 en Argentina no solo fue un hecho histórico de gran relevancia para el país, sino que también marcó el inicio de la lucha de muchos otros países de América Latina por su independencia y su derecho a una vida digna y libre.