El Café Nacional
La naturaleza en la región chaqueña tiene una gran variedad de especies vegetales que bien aprovechadas tienen prometedores recursos para la vida.
El algarobo blanco, es un árbol que presenta gran resistencia a la sequía y la salinidad. Su fruto, la algarroba, es una legumbre con altos contenidos de azúcares, proteínas, minerales como calcio y hierro, fibra dietéticas. Esto hace que su reforestación sea recomendada con una doble finalidad: detener el avance de la desertización y erosión del suelo en zona áridas, y utilizar sus frutos para la alimentación humana y animal.
Produce de 5 a 40 kilogramos de frutos por año. Los frutos o chauchas son “el chicles de los pobres” y bebidas como la aloja (fermentación alcohólica).
Desde esa lejana época, solo ese uso alimenticio se le estaba dando a las chauchas, sin embargo hoy, sabemos que además se le pueden dar otros usos. Con el trabajo de investigación “Obtención de Nuevos Productos Alimenticios a partir de chauchas de algarrobo blanco” Fue impulsada por la Secretaria General de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional del Nordeste, la cuál demostró en el año 2000 que la pulpa de la algarroba se puede obtener sucedáneo de café, sucedáneo de cacao, fibra dietética, y saborizantes para panificación.
La pasantía por el Ingeniero Químico Dante Basilio Procopiuk en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Piura, en el norte del Perú, trabajando junto al Doctor de Ciencias Alimentarias Gastón Cruz y a la Ingeniera Industrial Nora Grados, tuvo excelentes resultados ya que permitió comprobar científicamente las buenas actitudes que presentan las chauchas de algarrobo blanco (llevadas de Pcia. Roque Sáenz Peña) tras realizar un estudio comparativo en laboratorio y planta piloto con la variedad de algarrobo peruano.
El Doctor Gastón Cruz visitó el Chaco y dictó dos brillantes conferencias sobre “industrialización de algarroba” también es esa oportunidad se firmo un convenio entre la Universidad Nacional del Nordeste y la Universidad de Piura, lo cual permitió al proyecto local disponer de todo lo investigado desde 1984 por esa alta casa de estudio peruana, incluyendo el “como hacer” los equipos especialmente diseñados para procesar la algarroba.
El sucedáneo de café obtenido presenta color, aroma y sabor muy agradable, no es necesario agregarle azúcar, puesto que su alto contenido (especialmente sacarosa) y además no contiene cafeína.
En cuanto a las harinas elaboradas poseen un alto contenido de fibra y ausencia de gluten (gliadina y glutelina), lo que la hace ideal para celíacos.
Importante por cierto, buscar horizontes alimenticios y no solo sobra y madera.