El 28 de Septiembre de 2004, en Carmen de Patagones, se producía la primera masacre escolar de América Latina cuando un joven apodado “Junior” asesinaba a 3 compañeros de clase. Rafael Solich concurría al primer año del ciclo Polimodal en la Escuela de Enseñanza Media Nº202 Islas Malvinas de Carmen de Patagones, donde según sus posteriores testimonios era objeto de burlas y desprecio. La mañana del 28 de Septiembre de 2004 concurrió al establecimiento con una pistola Browning calibre 9 mm, 2 cargadores y un cuchillo de caza pertenecientes a su padre, un suboficial de la Prefectura Naval Argentina. A las 7:35, minutos antes del comienzo formal de las clases se colocó al lado del pizarrón frente a la clase ya en sus lugares y abrió fuego provocando la muerte a Sandra Núñez (16 años), Evangelina Miranda (16 años) y Federico Ponce (15 años), además de heridas a otros 5. Salió del caos que había provocado en el aula y se dirigió al kiosco donde nuevamente abrió fuego, esta vez sin consecuencias, su compañero de clase Dante Penna, arriesgando su vida se arrojó sobre él logrando reducirlo y quitarle el arma. Rafael no opuso resistencia y permaneció quieto hasta que llegó la policía, que lo arrestó y trasladó a Bahía Blanca. Durante el proceso estuvo detenido en una institución juvenil de Ensenada hasta que la jueza Alicia Ramallo lo declaró inimputable y lo confinó en un psiquiátrico de San Miguel. Por su parte, el padre de Rafael solo estuvo preso 45 días por negligencia al dejar un arma al alcance de un menor.