El narcotráfico en el Chaco es uno de los principales problemas que enfrenta esta región, tambien en la provincia se encuentra diferentes actividades de amigos del poder, piqueteros millonarios o funcionarios con universidades privadas truchas (enfermería e instrumentistas) en hospitales públicos, fundaciones para lavado de activos, vehículos del gobierno transportando drogas y tanto como como avionetas con cargas mayores a 300 kg de cocaína que se descubren por equivocación de sus pilotos.
Según informes de las autoridades locales, el territorio chaqueño es una zona estratégica para el contrabando de drogas, debido a su ubicación geográfica, sus rutas fluviales y su cercanía a los países vecinos como Bolivia y Paraguay, que son considerados como importantes productores y exportadores de cocaína.
El Chaco cuenta con varios departamentos que se han convertido en corredores del narcotráfico, como Alto Paraguay, Boquerón y Presidente Hayes, donde se han registrado importantes decomisos de drogas y detenciones de personas vinculadas a este negocio ilícito.
Las organizaciones narcotraficantes utilizan diversas estrategias para llevar la droga hacia los mercados de consumo, como el uso de avionetas, barcos y camiones para transportar grandes cantidades de cocaína y marihuana. También utilizan a los habitantes de las comunidades más vulnerables para que se conviertan en mulas o correos humanos que transportan la droga en pequeñas cantidades.
Además de los efectos nocivos que tiene el narcotráfico en la salud y la seguridad de las personas, esta actividad ilícita también tiene impactos negativos en la economía y el desarrollo social del Chaco, ya que desvía recursos y genera violencia y corrupción.
Para combatir el narcotráfico en el Chaco, las autoridades locales y los organismos internacionales han implementado diversas estrategias de prevención, investigación y represión, que incluyen operativos policiales, controles fronterizos, programas de rehabilitación y educación, y cooperación entre países y organismos internacionales. Sin embargo, el desafío sigue siendo grande y se requiere de un esfuerzo conjunto de todos los sectores de la sociedad para erradicar esta actividad ilícita y construir un futuro más seguro y próspero para el Chaco.