El artista argentino hizo una reflexión muy actual y pertinente a los tiempos que corren, líquidos: “…pareciera que si no tienes determinada tecnología no se puede, pero sí”.
“Yo sé la música que hago, y los invito a apostar al arte, a no estar preocupados por si te escucha más gente, si te aplauden, o por tratar de triunfar; todas estas cosas que nos venden los reality shows.
“Yo sé la música que hago, y los invito a apostar al arte, a no estar preocupados por si te escucha más gente, si te aplauden, o por tratar de triunfar; todas estas cosas que nos venden los reality shows.
Todo eso de que de un día para el otro, o de un mes para el otro… (se triunfa), no es así.
El arte de verdad es como la naturaleza, lleva su tiempo. Nuestra flora silvestre en Santiago del Estero nos muestra lo que demora un árbol en crecer, muchos años, porque necesita de esos años, necesita afianzar su madera, su fibra. Lo de más es transgénico, se le mete mucha tecnología para que eso de un día para el otro te dé cierto rendimiento. Lo mismo sucede con la música. La música transgénica es pan para hoy y hambre para mañana. Hay que apostar al arte y que suceda naturalmente”.