En pocas décadas, aumentó la celiaquía. De ser una enfermedad rara pasó a convertirse en la patología intestinal crónica más frecuente.
Desde hace años los científicos apuntaron a que este incremento de casos de celiaquía se debía a dos causas principales:
• Incremento en los diagnósticos por un mayor conocimiento de la enfermedad.
• Cambios en los hábitos alimenticios por un aumento en el consumo de trigo.
Pero desde hace un tiempo se suma un nuevo factor: cambios en las formas de cultivar este cereal.
El problema del nitrógeno
El trigo es el cereal más extendido y el grano más utilizado para la alimentación humana. Desde la década de 1960 a la fecha, la agricultura ha multiplicado por diez el uso de nitrógeno para fertilizar los cultivos de este cereal y lograr mejores rendimientos.
El problema es que el trigo cultivado con exceso de nitrógeno transfiere al grano y a sus harinas más cantidad de gliadina, según un estudio reciente.
Y las gliadinas son un grupo de proteínas que intervienen en la formación del gluten, cuya intolerancia causa de la celiaquía en las personas
Qué es la celiaquía
La celiaquía es una enfermedad autoinmune por intolerancia al gluten que provoca lesiones en el intestino y puede terminar en una falla multiorgánica.
Los principales síntomas son gastrointestinales, pero puede cursarse de manera asintomática por mucho tiempo. El paciente no tolera el gluten y genera una respuesta inmunitaria anormal. Hay una predisposición genética a padecer esta enfermedad.
En Argentina, el Ministerio de Salud de la Nación estima que una de cada 100 personas son celiacas. La cifra es más alta entre las niñas y niños, con uno cada 79 que padecen esta patología.
Además, la celiaquía no es la única enfermedad que provoca la intolerancia al gluten. Se las conocen como sensibilidad al gluten no celíaca (SGNC) porque no generan la reacción autoinmune. Cada año se detectan más casos de SGNC.
Causas conocidas
Una de las razones detrás de la mayor prevalencia de la celiaquía en la población es que la gente y los profesionales de la salud están tomando más conciencia de esta enfermedad por lo que se diagnostican más casos que antes quedaban ocultos.
La tasa de nuevos diagnósticos de enfermedad celíaca ha aumentado un 7,5 por ciento cada año durante las últimas décadas en Europa y América del Norte, según una revisión de artículos científicos sobre esta problemática.
Pero un mayor conocimiento de la enfermedad no explica el incremento de casos de los últimos años. Se cree que la enfermedad se expandió en las últimas décadas a nivel mundial por los cambios en los hábitos alimentarios, en especial, en los niños.
Pero aunque el trigo está omnipresente en la dieta occidental, su consumo per cápita se ha mantenido estable en los últimos años.
Fertilizantes y salud
Los ecólogos creen que hay otra causa: el trigo y sus derivados tienen ahora más gluten que antes debido al aumento en el uso de fertilizantes.
“La fertilización con nitrógeno se traduce en un posible problema directo de salud global”, afirma el trabajo publicado en la revista Foods y liderado por Josep Peñuelas, investigador del Consejo Superior de investigaciones Científicas de España (CSIC).
Aunque aclara: “La relación que hemos identificado no implica la existencia de una única causa directa: puede haber otros factores. Pero este es importante”.
El uso descontrolado de fertilizantes produce otros problemas ambientales como la eutrofización de los cuerpos de agua, contaminación de aguas subterráneas con nitratos y un incremento del efecto invernadero que provoca el cambio climático, entre otras.
Ahora sumaría un impacto directo en la salud humana. “El cambio global nos está conduciendo a un cambio de la salud global”, asegura Peñuelas.
Alerta a los síntomas
La Asociación Celiaca Argentina menciona los síntomas a los que hay que prestar atención para sospechar de esta enfermedad:
• Niños. Suele presentarse “diarrea crónica» (síndrome de mala absorción), vómitos reiterados, marcada distensión abdominal, pérdida de peso y retraso del crecimiento, inapetencia y mal carácter.
• Adolescentes. Dolor abdominal, falta de ánimo, rechazo a la actividad deportiva, retraso en el ciclo menstrual, baja talla comparado con hermanos y padres, estreñimiento y cefaleas, entre otros.
• Adultos. Osteoporosis, fracturas, artritis, diarreas, estreñimiento, desnutrición, abortos espontáneos, hijos recién nacidos con bajo peso, impotencia, infertilidad, pérdida de peso, caída del cabello, colon irritable y menopausia precoz, entre otros.
• Diagnóstico. El diagnóstico se realiza mediante un análisis bioquímico específico y una biopsia intestinal.
• Tratamiento. El único tratamiento es una dieta estricta y de por vida sin trigo, avena, cebada y centeno (TACC).